Cada vez que realizo una entrevista, no puedo evitar sentirme privilegiada de la oportunidad que tengo de aprender de las experiencias de otros escritores; de enriquecerme con sus consejos o, incluso, llenarme de motivación con sus historias y reafirmar mi pasión por las letras y el camino tan difícil que he elegido de convertirme en escritora. Esta es una de esas entrevistas en las que siento que gané más que oro al realizarla.

En este año tan complicado para todos, pude leer muchas novelas de escritores independientes y estoy altamente agradecida de haberme encontrado con "Cuando la llamaste, Claudia", escrita por la reconocida autora española Pilar Muñoz, ganadora del V Premio Literario Amazon 2018, a quien entrevisté y no tienen idea de lo sencilla, transparente y cálida que ella es.
La novela es un reflejo del espíritu de su creadora y de su habilidad para sumergir al lector en una montaña rusa emocional. Altamente recomendada para todos aquellos que amamos sentarnos a leer con pañuelos en mano y un café de la tarde y también, recomendadísima para todos los nóveles escritores que, como yo, aspiramos a hacernos ruta en el mundo literario. Conversamos con la escritora y esto es lo que nos contó sobre su "Claudia", su experiencia en la autoedición y sus brujitas.
Editorial Arrowy: Debo empezar confesándote que mientras leía la novela iba apuntando todas mis preguntas para la entrevista y pasó que, cuando llegué al final, me respondiste la gran mayoría en la sección “Sobre la novela”, jajajaja, así que tuve que hacer borrón y cuenta nueva y escribir una nueva lista de preguntas.
Pilar Muñoz: Vaya, jaja. Bueno, con esto ya tienes más información
EA: Quisiera empezar por el momento en el que decides tocar el tema de la maternidad vista desde el punto de vista masculino, no es muy usual como tú misma lo dices. ¿Me cuentas cómo tomaste la decisión? ¿Qué te llevó a considerarlo así?
PM: Muchas veces me he preguntado por qué este siempre ha sido un tema que se ha considerado propiamente femenino cuando compete a los dos, al padre y a la madre. Es cierto que, por biología, la madre tiene muchísimo mayor peso, más implicación y, si cabe, responsabilidad; pero no podemos por eso adjudicarle todo el poder a la hora de considerar el tema. No me gustaría hablar en profundidad de esta cuestión porque sería hacer spoilers a la novela y prefiero que el lector se enfrente a ella completamente en blanco, pero te diré que había cuestiones que yo siempre he considerado que podían discriminar al hombre. Así es que he querido ponerlas sobre la mesa para que los lectores se pusieran en su piel y sintieran el papel que juegan y el papel que habitualmente se les concede.
EA: Tienes razón, en muchos momentos me detenía a pensar como "abogada del diablo" con respecto a la posición de ambos. No solo es doloroso, sino que, desde un punto de vista social, es muy interesante.
PM: Así es, es una cuestión que favorece el debate.
EA: Hablemos de Aitor, el nombre no es usual aquí en Latinoamérica, lo googleé y al parecer viene de un mito donde él tiene siete hijos que dieron lugar a las siete provincias de Vasconia, ¿es así? ¿Hay una historia detrás de la elección del nombre?
PM: Sí, es un nombre muy típico en el País Vasco. No lo elegí por nada en especial. En las demás novelas que he escrito hasta el momento he elegido distintos lugares para la ambientación y pensé que podría salirme un poco del radio en el que siempre me he movido. ¿Por qué no el norte de España? Aitor es un nombre que lo he escuchado varias veces y siempre me ha gustado. Sin más.
EA: Leí que te apoyaste mucho en amigos para presentar ambos lados de forma "justa", por así decirlo, ¿puedo pedirte que me cuentes más sobre los debates? Si no es mucha intromisión, jejejeje.
PM: Jajaja, claro que no. Siempre cuento con “lectores cero”, de confianza, para que me acompañen en el proceso de escritura, durante y después de crear la novela, pero siempre antes de la publicación. Cuento habitualmente con dos amigas escritoras, mis "brujas", pero también con lectores capaces de analizar la historia desde otros puntos de vista menos formales. Uno de ellos es mi amigo Alberto, lector cero desde hace mucho tiempo. A él le encargué expresamente que velara porque Aitor cumpliera con el perfil que yo le había asignado a ese personaje. Cuando había diálogos y discusiones entre ambos miembros de la pareja, poniendo sobre la mesa algunos temas delicados (de los que suscitan debate), él entraba en acción de una manera muy especial y en más de una ocasión hemos acabado "discutiendo" por teléfono las posturas que yo había plasmado sobre el papel. En alguna ocasión, incluso se me puso gallito, como decimos por aquí, porque no estaba de acuerdo con mi visión "femenina" del asunto y el papel al que estaba relegando a mi protagonista, jaja. Fueron intercambios de perspectiva muy interesantes y enriquecedores para la novela, sin duda.

EA: Te leo y se me hace el corazón pasita... ese es el nivel de compromiso que todos los escritores deberíamos tener. En realidad, aprendo muchísimo de las entrevistas, jejeje.
PM: Creo que debemos ofrecer lo mejor posible, y eso solo es posible con análisis como estos.
EA: Quiero preguntar sobre las "brujas". Cuéntame cómo las conociste, Mayte me comentó sobre su relación, pero no pregunté cómo se conocieron.
PM: Yo conocí a Mayte Esteban a través de dos amigos comunes que teníamos en Facebook. Por entonces ella ya había publicado un par de obras y recuerdo que leí una de ellas y me gustó muchísimo por su intimismo. Hablo de “La arena del reloj”. En un principio no entablé amistad con ella, la veía como escritora; yo tenía mi primer libro de relatos publicado con una editorial de autoedición e intentaba abrirme camino en la red. A través de esos dos amigos, fuimos estrechando lazos. Y curiosamente, fue ella quien me habló de María José Moreno, mi otra bruja, cordobesa igual que yo y a la que no conocía. Mayte me puso en contacto con ella y empezamos a estrechar lazos. Primero asistí a la presentación en Córdoba de su novela “Bajo los tilos” y, tiempo después, le pedí que presentara en Córdoba, conmigo, la segunda novela que yo escribí. A partir de ahí comenzó esta magia que continúa hasta el momento y que espero que dure siempre, porque es una amistad y una complicidad preciosa la que tenemos entre las tres.
EA: Precioso. Voy a regresar al libro porque ya me di cuenta que llevo media hora y no llego ni a la mitad de las preguntas... como siempre yo de despistada.
PM: Por mí no hay problema.
EA: Durante toda la novela hay muchísimos momentos de una tensión emocional increíble, debo realizar mi segunda confesión y decirte que he llorado a mares con la discusión a corazón abierto sobre cómo va cambiando el amor en una pareja con muchos años de matrimonio… ¿Cómo fue el proceso de escribir estas discusiones? ¿Qué fue lo más difícil al momento de mostrarlas?
PM: Tengo que reconocer que hubo muchos momentos en que lo pasé mal. Porque yo no sé escribir si no transmito al máximo los sentimientos y las emociones, y eso implicar meterse en la piel de los protagonistas, sentir lo que sienten ellos y luego contarlo. Tenía anotados todos los puntos cruciales que debía exponer y no fue fácil darle forma para que fueran surgiendo de manera natural. Pero esa es nuestra labor, intentarlo una y mil veces hasta que sale como deben. Lo más difícil, sin duda, es expresar las emociones de forma que estas lleguen al lector. Que se le queden clavadas en lo más profundo.
EA: Lo recuerdo y lagrimeo... Tuve que respirar hondo en muchas partes de la novela.
PM: Me alegra saberlo. Porque eso implica que te han tocado el corazón.
EA: ¿Podría preguntar sobre la relación padre-hijo? Sobre todo, con el hijo mayor, Juan Carlos, es mi personaje favorito. Llegas a retratar un asunto muy común cuando hay dos partes que no se entienden por falta de comunicación; pero que, en realidad, están sintiendo lo mismo. ¿El personaje de Juan Carlos está inspirado en alguien especial?
PM: Tengo hijos con la adolescencia recién pasada. He vivido sus experiencias de primera mano, las de sus amigos, compañeros y las de los hijos de mis amigos. Creo que hay muchísimos "Juan Carlos" actualmente, rebeldes por una cuestión de edad, de afianzamiento de su carácter, de búsqueda de su propia personalidad, de defensa de sus convicciones, y todo ello, mezclado con esa inocencia que todavía no han perdido. Juan Carlos muestra esa mezcolanza que a ratos nos exaspera y a ratos nos hace reír, por eso nos cae bien, creo yo, porque es real, además de noble, en el fondo.
EA: Sí…jejeje…, a veces demasiado real. ¿Me cuentas sobre “Una flor para el otoño? ¿Cómo decidiste incluir la mirada de Teresa a través del blog?
PM: Un tema que toca por igual a ambos miembros de la pareja no podía retratarse solo bajo un punto de vista, necesitaba los dos. La elección de la segunda persona, centrada en Aitor, desequilibraba la historia, tenía que darle voz a Teresa. Me pareció una idea original que lo hiciera en primera persona a través de un blog, porque hoy en día cada vez proliferan más las páginas web, revistas on-line y blogs temáticos centrados en brindarse ayuda mutua respecto a determinados temas. Además, podría ampararse en el anonimato para confesarse libremente sin temor a ser juzgada.
EA: Es momento del “ping-pong”. Dime lo primero que se te venga a la mente. Si te digo: Escribir…
PM: Vivir vidas ajenas.
EA: Leer.
PM: Evasión.
EA: ¿Playa o cine?
PM: Playa
EA: ¿Playa o disco?
PM: Playa, jejeje.
EA: ¿Playa favorita?
PM: Una playa de Fuerteventura de la que no recuerdo el nombre, en el norte, con dunas.
EA: ¿Sabor de helado?
PM: Vainilla.
EA: Lugar favorito de tu ciudad.
PM: La judería. Es el casco antiguo de la ciudad, en el que están todos los monumentos árabes y romanos más emblemáticos, como La Mezquita, El Alcazar...
EA: Córdoba.
PM: La ciudad de mi corazón.
EA: España.
PM: Un país excelente por su gente y su cultura, aunque algunos se empeñen en no tratarlo demasiado bien 🙂
EA: Claudia.
PM: El nombre propio de mi novela más emotiva.
EA: Teresa.
PM: Una mujer real, de carne y hueso.
EA: Pilar Muñoz.
PM: Una mujer sensible, empática y (demasiado) reflexiva.
EA: Pandemia.
PM: Uf, la catástrofe del 2020.
EA: Mes favorito del año.
PM: Mayo.
EA: No puedo escribir sin...
PM: Música.
EA: Si solo pudieras llevar a la pantalla grande una de tus novelas, ¿cuál sería?
PM: La última, “Cuando la llamaste Claudia.”
EA: Lloraría toda la película; por último, las brujitas.
PM: Mis dos grandes apoyos.

EA: Me toca salir un poco del libro y preguntarte sobre tu camino a la publicación, ¿cómo ha sido tu experiencia desde el 2011?, ¿cómo te ha ido con la publicación tradicional y la autopublicación por Amazon?
PM: Muy enriquecedora. Jamás pensé que pudiera vivir tantas experiencias ni que pudiera aprender tanto en, relativamente, tan poco tiempo. No me puedo quejar. Tan solo una novela ha sido publicada por editorial convencional, las demás obras lo han sido en autoedición y debo admitir que hasta ahora he ido ganando un buen grupo de lectores que se han mantenido fieles a lo que escribo porque les gusta, sobre todo, el tipo de historias que cuento y mi forma de transmitir. Podría decir que no he llegado a un nivel de popularidad excelente, pero hoy en día es tan sumamente difícil ser visible en este mundo literario, que solo puedo alegrarme por todo lo que he conseguido.
EA: ¿Cómo te ha afectado la pandemia? ¿Cómo ha afectado tu proceso creativo?
PM: Pues mira, la primera ola de COVID que tuvimos en los meses de marzo a junio y que nos obligó a confinarnos fue una especie de bendición en el aspecto literario, porque me concedió el tiempo que habitualmente no tengo para poder darle un avance espectacular de mi última novela. Esa segunda ola me está afectando de una forma más negativa. A nivel personal, laboral y psicológico está haciendo mella y debo admitir que sufro ahora un parón creativo que espero que pase pronto.
EA: ¡Ay! ¡Caray...! Yo no he escrito nada que no sea de la editorial en esta pandemia, siento q mi proceso creativo ha bajado dos escalones...
PM: Les ha ocurrido a muchos escritores.
EA: Coméntame sobre tu relación con tus lectores, ¿te mantienes a menudo en contacto con ellos?
PM: Sí, intento tener una relación directa a través de las redes o de algún otro medio. Creo que para nosotros es muy positivo ese feedback que te aportan los lectores una vez leídas las novelas. Ayuda a crecer, a mejorar, a valorar tu propio trabajo.
EA: Las redes nos ayudan mucho, ¿no?
PM: A los escritores autoeditados, sobre todo, los ayudan muchísimo. No solo por este contacto que permite comentar tu trabajo, sino incluso para difundir la obra y darle visibilidad.
EA: ¿Qué consejo le darías a los escritores, como yo, que nos leen en la web de Arrowy y que queremos incursionar en la autopublicación?
PM: Que den lo mejor de sí mismos, que ofrezcan la mayor calidad posible en su producto, porque esto repercute directamente en tu credibilidad como escritor. Es lo que te va a hacer ganar lectores fieles.
EA: ¿De qué forma nos aconsejas publicitarnos? ¿Qué ha funcionado mejor para ti?
PM: Esta última pregunta es complicadísima de contestar. Yo no tengo la fórmula magistral para considerar que una manera particular de publicitar funciona; quizá porque hay demasiados elementos en juego: el nombre, el escritor, la calidad de la obra, el género, el estilo de narrativa, los grupos literarios en los que te mueves, el tipo de lectores potenciales para tu obra, que pueden o no estar presentes en redes sociales... Creo que es un mundo que no terminaremos de conocer nunca.
EA: Creo que tienes razón, llega a ser un poquitin frustrante… Para termina, ¿podrías invitar a nuestros lectores a animarse a leerte? ¿Qué novela recomendarías que lean primero para conocer tu mundo?
PM: Me encantaría invitarlos a leerme y, aún más, que me leyeran, jaja. Les recomendaría una obra u otra dependiendo de sus gustos personales: si quieren una novela amable, con la que reír a ratos y emocionarse en otros, incluso sentir nostalgia, "Un café a las seis"; si quieren una obra con una trama compleja, real, con personajes muy de carne y hueso y con cierta intriga: "Aquella que fuimos"; si prefieren sentir las emociones a flor de piel, sentirse vivos y verse en una encrucijada junto a unos personajes que no podrá olvidar: Cuando la llamaste Claudia... De cualquier forma, todas están en Amazon, es cuestión e leer sinopsis o el primer fragmento y elegir la que le apetezca 😉.
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