
Bienvenidos, Arrowers. JSenKai presentándose para nueva crítica. Y una muy especial porque usaré imágenes como referencia de los detalles que se mencionan aquí.
En esta ocasión ha llegado a mis manos una historia que parece de Ciencia Ficción. Si escucharon un grito por ahí les aseguro que fue mío. Soy fanático de este género, pero eso no significa que deje la imparcialidad a un lado. ¿Qué historia será criticada? «Mi nombre es D» escrita por Darkar-01. En este caso nos centramos mucho en la trama y en la estructura del texto, pero el adremos una pequeña pasada a lo demás.
Y ya que estamos en crítica, empecemos por el título. Sencillo, pero poderoso. Te hace plantear preguntas como: ¿quién es D? ¿Cuál es su nombre completo? ¿Cuál es su historia?
La sinopsis es la siguiente:
«Existen otras razas, otras vidas más allá de la tierra. Durante años nos hemos mantenido ocultos entre ustedes. Vivimos con habilidades las cuales solo pueden soñar, con los poderes que solo pueden imaginar y en una guerra la cual no quieren ni pensar.
Me culpan de sus desgracias.
Durante años me he mantenido con vida, en una lucha la cual nunca termina. Una guerra de todos contra uno. Viejos enemigos. Nuevos enemigos. Un solo objetivo.
Mi nombre es
D».
Me sentí familiarizado. Supongo que hay muchas historias con una idea así: seres con habilidades especiales, una guerra secreta, etcétera. Me llamó la atención el hecho de que señalara “Viejos enemigos”. Creí que me estaba perdiendo alguna parte así que corrí para buscar algo que hubiese sido anterior a. No encontré nada. Entonces, ¿por qué señalar algo que no se ha presentado? Y decir “nuevos” creo que es algo innecesario.
La portada es sencilla. Una persona que supongo es D mostrando sus habilidades. Interesante y atrayente.
Les preguntaría por dónde iniciar, pero el crítico soy yo. Vamos por lo malo: los errores. Y diré esto de una vez: ¡¿Qué obsesión tiene con fulminar con la mirada?! Frustra, harta, desesperar leer cada tanto “fulminar con la mirada”. Hay mejores frases para expresar algo así. Sucede lo mismo con los chasquidos de la boca.
Ya me relajé, y perdón por perder el control. Continuemos. Lo más común y constante cuando uno empieza a escribir son los errores ortográficos, la falta de signos, entre otras cosas. Añado los dedazos cuando se escribe en el celular. Pero en esta obra también hay un problema con los tiempos verbales.
Ejemplo:

Digo es tiempo presente. Dijo es tiempo pretérito —pasado—. Y así uno puede encontrarse varias veces este tipo de detalles donde usa un tiempo verbal y luego otro. Por lo que puedo notar, predomina mayormente la narración presente y no está mal, sin embargo, debe revisar el texto para hacer los cambios correspondientes si quiere decantarse por la narración presente —aunque casi al final es menor este problema—. Otro detalle a mencionar es el adentramiento del autor con el narrador en primera persona mostrando los puntos de vista correspondientes a D y a María, los protagonistas. En la crítica pasada dije que un buen grupo se decantaba por usar ese tipo de narrador, pero que pocos son capaces de explotarlos al cien. Lo mismo pasa aquí, aunque con la excepción de que tienen un control medio. Y esta bien que lo quiera usar, siendo honestos, en este tipo de historias amerita conocer la opinión del principal a cada momento.
Antes de continuar dejaré este fragmento.

Si sienten ganas de ir al baño y tambalearse hacia su lado izquierdo, los comprenderé. Sí, dice hasta cuatro veces “el baño” en un solo párrafo y es peor estando muy seguidas. Lo mismo pasa con “lado izquierdo” que, aunque son dos, están muy juntas. Habrá una variedad de veces en las que esto sucede. Le sugiero al autor tener a la mano una herramienta de sinónimos para evitar tantas repeticiones.

Al momento de escribir pueden surgirnos muchas dudas. O no y decidimos basarnos en lo que sabemos por la televisión o el medio del entretenimiento. O ,simplemente, no pasa por nuestra cabeza. Esto último sucede en esta escena.
¿Qué tiene de error? “Mi último cartucho” “Culata” “Tiros” “Balas”. ¿Nada? Bien. En el mundo de la armería —y en cualquiera— todo tiene un nombre y debemos procurar no confundir las cosas. Hoy tenemos esta magna herramienta llamada Google que nos permite buscar cualquier pedazo de información. Se le denomina «Cartucho» al objeto formado por la bala —el proyectil— y el casquillo —el recipiente—. En este caso, lo que el personaje, Talía, toma es el cargador —donde se pone la munición— el cual tiene quince cartuchos. Balas esta demás porque ya sabemos a que se refiere el personaje cuando dice “quince”. Y no, no es en la culata donde se ponen los cargadores. No es necesario especificar, con solo escribir “tomé el último cargador y lo ingresé a mi arma” —o recargar el arma— es más que suficiente.
La estructura en un texto es muy importante: nos permiten tener cierta coherencia. Y en este caso el escrito no presenta una estructura adecuada. Pasa en ocasiones que las escenas se intercalan demasiado rápido. No se dividen de manera adecuada para saber cuándo sucede el cambio. Pasa de la escuela a la casa de un momento a otro. Existen varias formas de realizar la división ya sea dejando suficiente espacio entre escenas o agregando alguna especie de separador. O que hay párrafos demasiados largos o que a veces hay acotaciones de los personajes separadas de los diálogos. También influye la sensación temporal. Lo saltos son demasiado grandes que uno no cree que llevé, por ejemplo, ya cinco meses desde que empezó a vivir en la ciudad. Debe existir al menos un referente que nos mantenga informado sobre los días.
Otra cosa que pertenece a la estructura es la trama que seguir. En definitiva, no sé hacía donde en realidad la historia. En su mayoría, las cosas que nos permiten saber en que dirección y sobre que va a tratar la historia son tanto la sinopsis cómo los primeros, quizá —esto no es ley—, cinco capítulos —introducción de los personajes y presentación del nudo—. Con la sinopsis se nos presenta algo relacionado a una posible esperanza de terminar con esa guerra. Pero en la historia no hay señales de eso. Y los primeros capítulos tampoco ayudan mucho. Luego algo relacionado con querer volver a casa, sin embargo, jamás se habló o mostró algo relacionado a ese interés. Con la privación ilegal de libertad de su mentora se presenta la trama de una persecución para acabar con D —tampoco tenemos algo que nos encamine a eso—. ¿A que voy con esto? Siento que el autor no tiene bien definido hacia donde va la historia o sobre lo que trata. Y eso es lo que me decepciono. Quizá sea por el hecho de que el autor contemplaba esto como una historia de romance. Me gusta el amor, pero dado que la historia estaba presentada como algo de SCI-FI, me deja una mala espina. Y aunque le agregue tintes de, sigue predominando el amor.
Antes de continuar debo hablar de la marcada influencia de la saga juvenil y película «Soy el número cuatro». O quizá más que eso. Enlistaré los detalles que me hacen creer eso. Uno: un chico llamado Sam que es fanático de los extraterrestres con un padre denominado muerto, pero que él cree está desaparecido. Dos: varias escenas —los casilleros, el rescate de su mentora, las manos brillantes en el salón, etcétera— que se asemejan a fragmentos de la película. Tres: la palabra «legados». Cuatro: animales que se transforman en criaturas monstruosas… Es válido basarnos en otras fuentes, pero ello no significa que hagamos todo tal cual porque podríamos caer en plagio. Debemos procurar darle nuestro estilo, o un enfoque diferente, inclusive también hacerlas totalmente opuestas o diferentes.
Es hora de los personajes: lo primero a destacar es que introduce varios, de los cuales sólo da los nombres. Eso provoca que uno se sienta perdido al no saber quienes son. Ni siquiera un pequeño detalle o algo más de información. Además de la introducción errónea de algunos —pasa al principio por Vee al mencionarla, pero sin decirnos la relación que tiene con la principal en el instante que se introduce—. Ahora los protagonistas.
Empecemos con María. Una chica sola y que parece abandonada por su madre. Riquilla, pero no popular por una extraña enfermedad —de la cual no sabemos ni J—. Algo así como discriminación a los del VIH. Deduzco que es alguien a quien le gusta ayudar a la gente por su compromiso con el hospital. Insegura por el maltrato constante de la discriminación. Terca, obstinada y al parecer buena jugadora del hockey sobre mesa. ¿Hay algún cambio con María? No sabría decir dado que, a pesar de que tenemos POV —point of view. Punto de vista— de ella no son suficientes para notar algún cambio.
Luego está D, alías Daniel. Un chico extraterrestre que parece ser oscuro, desinteresado. Poco social. Inclinándose a ser un badboy, pero infortunadamente ese aspecto se pierde demasiado rápido desde el momento que se apiada de Hezel. En ese momento, comenzó una carrera en los cambios del personaje, en cambiar su actitud y llenarse de amigos y pareja. Y eso está perfecto, pero que se de tan apresuradamente le quita bastante realismo.
Spoiler alert: María y Daniel se hacen pareja. Pero esto me deja un mal sabor en la boca porque no veo un contacto seguido, rutinario. D se enamoró a primera vista, María parece que pasó por lo mismo. Y en cinco meses ya se andaban besando, sin siquiera declararse. Eso lo llamaría melocidad acelerada.
Los únicos personajes más o menos creíbles son Vee —amiga de la protagonista— y Louren —su sirvienta—. Ambas le tienen un rencor y odio al muchacho. Aunque Louren cambia esa actitud tras ser rescatada volviéndose ligeramente amigable. Por cierto, se llegá a la conclusión de que Vee es lesbiana y gusta de María. Daniel lo intuye y cuando ocurre el momento de confrontación cae una afirmación de esto. Aunque bien lo dice el refrán: “el que calla, otorga”. Inclusive Talia, la mentora de Daniel, mantiene un perfil de secretos y maternidad.
Y aún quedan muchas cosas de las cuales hablar; la falta de lógica —un adolescente de 15 años conduciendo, D no queriendo saber más— la división poco eficiente de los capítulos —es recomendable dividir los capítulos por título. Es decir, Alaska, parte uno y así— poner saludos, comentarios y dedicaciones en el texto, o crear un capítulo para preguntas y respuestas. Y el final tan corto y sin muchos detalles, banal y simplista.
Sé que esto parece más una crítica destructiva que cualquier otra cosa, pero no lo es. Un crítico siempre tiene que destacar puntos buenos y malos. La cuestión aquí es que en la historia predominan lo segundo. Además, la sección de preguntas y respuesta me ayudó a comprender algo: el propio autor no conoce su historia, tampoco a sus personajes —no del todo— ni sus límites. O, mejor dicho, se quedó con el romance y todo lo desarrolla desde ahí.
En conclusión y como consejos: la historia debe ser replanteada. Es de estas historias que se deben trabajar con mano dura para sacar el material precioso de la piedra. Añadir más información para evitar confusiones, hacer algunos cambios para mantener una lógica tanto de las situaciones como de los personajes. Tiene que modificar la estructura y sus ideas para saber de qué va realmente la historia. Está critica esta pensada para señalar los puntos en los que el autor debe trabajar y corregir, lo único que queda es esperar que lo tomé como tal.
Bien, queridos Arrowers. Con eso terminamos la crítica del día de hoy. Les deseo buena suerte y nos vemos hasta la próxima. Te habló JSenKai y te dice: esfuérzate y haz todo lo que puedas para alcanzar tus metas. Adiós.
Mucha honestidad
Jajajaja me encanta la honestidad, cuántos puntos se necesitan para una critica?
Definitivamente voy a pedir una crítica para la mayoría de mis historias, sólo así me daré cuenta que error estoy cometiendo
Wow... fue como ver un fusilamiento... yo quiero mi propio funeral, voy a pedir una crítica
woooo creo que debo leerla, me encanto la critica, creo que esta historia no la había escuchado en la radio