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[Grafemas 16] Zona cómoda

Foto del escritor: Emilio López B.Emilio López B.

Cuando escribimos, todos tenemos una zona en donde nos sentimos más cómodos; en mi caso tengo distintos géneros en los que me gusta trabajar, pero hay algunos en los que me siento mucho más cómodo. Me relajo el momento de escribir y puedo disfrutar lo que estoy haciendo de una forma distinta.

Hay personas a las que les gusta trabajar sólo hay uno y está bien; independiente de cuál sea el estilo que tengas, el género en el que se desarrolla, el tipo de trabajos en los que estés desarrollándote, hay momentos en donde es completamente necesario salir de tu zona de comodidad.

Salir de la zona de comodidad puede tener distintos objetivos; por una parte, puede ser para distraerte y liberar la mente, por otra, puede ser con fines investigativos. O puede ser simplemente para desafiarte a ti mismo ¿Quieres hacer algo que no has hecho antes? Hazlo, no importa si no funciona; al momento de hacerlo vas a estar llegando a zonas de tu mente en las que no has trabajado antes, y vas a tener que desafiar los esquemas con los que ya has trabajado.

A modo de ejemplo, si te gusta escribir romance, sabes cuáles son las fórmulas que has trabajado dentro del romance; sabes que los sentimientos de los personajes van a ser principalmente los que definan sus acciones. Todo lo que tiene que ver con las emociones va a estar mucho más exacerbado y probablemente utilizarás muchas metáforas; si haces la prueba de salir del romance y entrar en algo completamente distinto, como por ejemplo el terror, al momento de comenzar a escribir te vas a encontrar en una zona que no conoces. No vas a poder utilizar las fórmulas ni presentar a los personajes de la misma manera, porque el terror no funciona igual que el romance; al salir de esta zona de comodidad vas a sentir inseguridad, vas a sentir que no sabes qué hacer, y las herramientas en las que has estado trabajando con tanta intensidad van a parecer inútiles. Sin embargo, hay elementos que sí puedes usar; si ya te hiciste la costumbre de trabajar con un esquema, que es un riel para ir desde el punto inicial hasta el final de la obra, puedes trabajar en este esquema y adaptarlo a un género en el que nunca has trabajado.

En este caso no importa si es la idea es repetida, mientras sea algo que se te ocurra a ti y no estés escribiendo una historia que ya viste antes; tomas este concepto, lo planteas dentro de la obra, y al momento de hacerlo te das cuenta de que hay algo que se puede trabajar. Es probable es que al momento de hacerlo te sientas torpe, que tus letras no fluyan de la forma en que lo hacen habitualmente; pero te vas a estar esforzando, vas a estar dentro de tu obra en un mar de dudas, pero navegando a flote, porque hay elementos con los que ya has trabajado.

Escribir algo que te saca de tu zona es una forma de enfrentar los bloqueos de escritor; el trabajo en el realismo, el estudio de los personajes, el desarrollo de la historia y el deber leer son parte de esta labor, y te ayudará a ampliar tu mente.

Salir de la zona de comodidad sirve para despejarte; es como salir a tomar aire cuando has tenido un día muy agotador en los estudios o en el trabajo, y al momento de volver, sientes que tienes nuevas energías. Al momento de hacerlo, vas a regresar a tu zona cómoda con un punto de vista distinto más fresco, y muy probablemente con ideas nuevas.


Nos leemos en el próximo capítulo: La extensión

 
 
 

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